Desde mis más profundos sentimientos siendo una mujer trans, negra, mayora y con grandes dificultades en mis movimientos, narro junto a mis hermanas estas memorias trans puteriles con el propósito de transformar imaginarios equivocados de quienes somos y cómo queremos vivir. Contribuyendo a romper ciclos de violencias perpetuadas en las vidas de las mujeres trans para la no repetición.
Es con un claro mensaje que no se tenía en los años 80, ante el desconocimiento de lo que era existir como mujer trans en lugares sociales donde nos trataban de manera ofensiva como marika o travesti para evidenciar desde su prejuicio al hombre que se viste de mujer, ignorando totalmente que no solo es vestir, es también vivir, sentir y pensarse como mujer en libertad.
“Las narrativas encontradas aquí, son sus versiones de lo vivido, lo acontecido y lo encarnado. Por lo cual en estos talleres le hemos dado lugar a la oralidad y nombramos a las participantes como narradoras transputeriles de una cultura popular.
Fueron 6 narradoras puteriles: Cristal, Itala, Lulú, Donna summer , Cindy y Constanza, quienes participaron en uno de los tres talleres donde el comadreo trans puteril aportó a la construcción de caminos de sanación, al abrir espacios de escucha y de esclarecimiento de lo acontecido.” Pasión Cuzqueña